En la actualidad, los modelos familiares han cambiado, y es cada vez más común ver a hombres criando solos a sus hijas. Esto plantea desafíos únicos, sobre todo cuando se trata de acompañarlas en procesos íntimos, como su primera menstruación. En este contexto, la preparación y el diálogo se vuelven claves.
Por ejemplo, un kit femenino de emergencia puede ser una herramienta valiosa para los padres solteros. Se trata de una de las recomendaciones más relevantes que entrega el Dr. Marcelo Barría, ginecólogo-obstetra de Clínica INDISA Maipú, para apoyar de forma práctica y emocional a las niñas en esta etapa de su desarrollo.
“La llegada de la primera menstruación es un hito biológico y emocional que puede generar confusión, si no se aborda con naturalidad. Para los padres solteros, anticiparse con información y elementos básicos marca una gran diferencia en cómo sus hijas viven este proceso”, explica el profesional. Por eso, es recomendable que el padre pueda informarse y prepararse antes de que pase, para que pueda tener toda la información necesaria y contar con los implementos necesarios.

Elementos básicos del kit
Contar con un kit adecuado no solo permite enfrentar emergencias, sino que también transmite un mensaje de cuidado, comprensión y acompañamiento. Entre los productos que deberían considerarse están:
- Productos de higiene menstrual. Se trata de toallas higiénicas, tampones y una copa menstrual. Dependiendo de la persona, puede existir una preferencia por alguno, por lo que es importante conversar del tema y así elegir la opción que más acomode, o probar más de una hasta encontrar la indicada.
- Ropa interior de recambio.
- Analgésicos para aliviar los cólicos menstruales, previa sugerencia médica. Algunos consejos comunes son naproxeno y ácido mefenámico.
- Una bolsa o neceser para transportar todo en la mochila o bolso escolar.
“El objetivo no es solo cubrir lo práctico, sino que también estar emocionalmente disponible”, explica el Dr. Marco Astorga, ginecólogo de Clínica INDISA Maipú. Además, pone hincapié en que “un padre que se involucra sin incomodidad, genera un entorno seguro y normaliza el tema”.
Conversaciones necesarias: cuándo y cómo hablar
Hablar sobre la menstruación no tiene que ser un momento incómodo ni complejo. Idealmente, las conversaciones deberían comenzar antes de la primera menstruación, en un lenguaje simple y adaptado a la edad de la niña.
“Un buen momento para iniciar el diálogo es alrededor de los 9 o 10 años. Como apoyo, se puede usar material educativo o libros ilustrados. Lo importante es que la niña sepa que puede hacer preguntas sin miedo ni vergüenza”, añade el Dr. Astorga.
Manejo de emergencias y apoyo emocional
Saber cómo actuar ante la primera menstruación, especialmente si ocurre fuera de casa, es fundamental. Mantener el kit completo y accesible en todo momento resulta esencial para que, en caso de una situación inesperada, la niña se sienta preparada y segura.
Por otro lado, “el acompañamiento emocional es tan importante como el físico. Los cambios hormonales pueden generar sensibilidad, irritabilidad o dudas sobre el propio cuerpo. En esos momentos, la presencia comprensiva del padre y la validación emocional son claves”, puntualiza el Dr. Marco Astorga de INDISA.
¿Y si el padre necesita ayuda?
“Si la hija lo aprueba, no hay nada de malo en que el padre recurra a figuras femeninas cercanas y de confianza, tales como tías, abuelas o profesoras. Lo importante es que ella se sienta acompañada y comprendida”, dice el Dr. Barría.
En definitiva, acompañar a una hija en este proceso no requiere ser mujer, sino estar dispuesto a escuchar, aprender y apoyar. Con un kit práctico, conversaciones abiertas y mucho cariño, los padres pueden convertirse en pilares sólidos durante uno de los momentos más importantes del desarrollo de sus hijas.
¿Cuándo es recomendable una visita al ginecólogo?
“Se recomienda realizar un control entre los 13 y 15 años, independiente de si la niña ha tenido o no su primera menstruación, idealmente con un ginecólogo infanto-juvenil”, aconseja el Dr. Marco Astorga. “El control ginecológico temprano ayuda a establecer una relación de confianza con el médico y a prevenir posibles complicaciones en el futuro”, añade el especialista.
Cómo evolucionan las conversaciones con el tiempo
Probablemente, el momento en que deberán brindar más apoyo será al principio; cuando este tema sea nuevo. Con el tiempo, las niñas ganarán experiencia, autonomía y seguridad. Aun así, es clave mantener siempre un espacio de confianza para que sepan que pueden acudir a sus padres cuando lo necesiten.
“Es importante que estos temas sean hablados abiertamente y que los padres estén informados sobre este proceso natural”, expresa el Dr. Barría.
Clínica INDISA cuenta con ginecólogos altamente capacitados para orientarte en cada etapa, entregando el apoyo necesario —tanto a padres como a hijas— en este proceso de crecimiento.