Vivimos en la era de intentar sacarle el máximo partido a los alimentos que compramos pero sigue habiendo restos que terminan en el cubo de la basura. Te damos ideas para aprovecharlas.
Hay alimentos de los que hay partes que nunca aprovechamos y que, sin embargo, tienen potencial para sacarle mucho partido. Os damos ideas para que las aprovechéis cómo es debido.
Las pencas de las acelgas. Las partes blancas de este vegetal de hoja verde nunca, nunca son bien recibidas. Cortamos las acelgas y desechamos estos tallos, que van inmediatamente al cubo de la basura cuando no tendría por qué ser así. Se pueden preparar en escabeche y están deliciosas. O rebozadas y quedan de rechupete. La próxima vez que prepares acelgas, recuerda esto.
Pieles de cítricos. Cada vez que pelamos una naranja, la corteza suele ir directa al cubo de los residuos orgánicos. Sin embargo, la piel de la naranja tiene unas posibilidades aromatizantes que la hacen ideal para rallarla y añadirla a cualquier postre o para meterla en un combinado. Lo mismo ocurre con la del limón o la de la lima. Ojo con la parte blanca del interior, que amarga.
La parte verde del puerro. Todos los días se repite la misma escena en la frutería: el dependiente nos pregunta, cuchillo en mano, qué hace con la parte verde del puerro. Y nosotros, casi siempre, le repetimos que avanti, que corte por lo sano. Nos estamos perdiendo la zona verde del puerro, de sabor suave y herbáceo, y que puede añadirse a guisos, cremas o sopas. Y funciona.
El cogote de la merluza. En el momento de comprar una merluza entera, nos hacemos el esquema mental de que aprovecharemos el tronco y la cola, dejándole al pescadero la cabeza del bicho. Mal hecho, porque, además de que nos puede venir bien para un caldo, podemos ponerla al horno, en una receta fantástica. Además, hay que recordar que en ella están las cocochas, una de la parte más codiciada del pescado.
Las semillas de la calabaza. Estamos en plena temporada de esta curcúbitacea y es más que probable que acabemos vaciando unas cuantas. Casi siempre aprovechamos la carne y tiramos al cubo de residuos orgánicos las semillas. No deberíamos hacer esto, ya que poseen grasas saludables y tostadas son susceptibles de ser añadidas a cremas de aperitivo o a ensalada. ¿Te animas a probar?
Texto escrito Javier Sánchez para Cocinatis