Este jueves llega la película que marca el retiro actoral de Robert Redford.
Jura y perjura que detesta su propio rostro. En varias entrevistas a lo largo de varios años, idéntica revelación incomprensible. No suele dirigirse a sí mismo porque no soporta la tortura de tener que contemplar su imagen en cámara, la sala de edición o la gran pantalla; una patología, llamada “dismorfofobia”, que muchos conocemos bien, pero lo cierto es que muchos no tenemos la cara de Robert Redford. Cuando Oprah le pidió a Janet Fonda, vieja compañera de rodajes y causas políticas, que lo describiera en una palabra, ella no dudó: “Sexy”. Podría haber dedicado décadas enteras de su filmografía a explotar esa cualidad a conciencia, pero entonces no habría sido él. Porque quizá haya sólo otra segunda palabra para describirlo: “Reinvención”.
En ‘Un Ladrón con estilo’, la película con la que ha decidido poner punto y final a casi sesenta años de carrera, el resto de personajes no paran de intentar capturar el rayo de su mítico atracador de bancos —Forrest Tucker, un tipo sobre el que, como sucedía en el caso de aquellos dos hombres con un destino, mucho de lo que se cuenta es verdad— en diferentes botellas: retratos robot, recuerdos, descripciones policiales, narraciones extraordinarias, fotos antiguas. Leyendas. En un momento dado, el director David Lowery recurre incluso a escenas de ‘La jauría humana’ (Arthur Penn, 1966) para ilustrar un flashback crucial, pues las hazañas de un artista de la fuga encuentran extrañas simetrías con las progresivas etapas de una estrella consumida por la necesidad de volver periódicamente al punto cero, de escapar de su zona de confort para reencarnarse en otra versión del mismo mito, del mismo Robert Redford.
El actor ha adoptado varias formas, aunque es posible que todas sean avatares de un mismo ideal norteamericano. El forajido, el hombre de las montañas, el caradura carismático, el temerario sin futuro, el mito negligente, el último hombre honesto, el individuo contra un sistema injusto, el activista reconvertido en sombra de su pasado, el millonario sórdido, el galán otoñal, el fantasma de la privacidad ajena, el enigma con un talento natural, el viejo cascarrabias ante la inmensidad de la naturaleza… Y así hasta llegar al protagonista de ‘Un Ladrón con Estilo’, quien de alguna manera es todos ellos y ninguno al mismo tiempo. La naturaleza elusiva de su personaje obsesiona a Casey Affleck, policía recién ingresado en la cuarentena que convierte su búsqueda en algo personal, tanto como a nosotros.
Lo único que sabemos a ciencia cierta de él es lo mucho que disfruta con cada uno de sus golpes, lo vivo que se siente ejecutándolos. Todo lo demás son certezas que, nos tememos, quedarán escondidas tras esa sonrisa permanente.
Te dejamos el trailer a continuación de esta imperdible película: